Nuevamente las acciones
de Kanye West desatan polémica, pero esta vez no por
algún incidente con fotógrafos, sino por haberse presentado en
la fiesta cuyo anfitrión es bastante cuestionado. Se trata de una
celebración del nieto del presidente de Kazajistán, Nursultán
Nazarbáyev.
Una de las pruebas que
dieron a conocer que el cantante estuvo ahí fueron los selfies
de algunas asistentes.
Varios medios
estadounidenses, como TMZ, reportaron que el novio de Kim
Kardashian habría recibido la increíble suma de 3 millones de
dólares por cantar en el festejo.
El Daily Mail, por
su parte, citó al director de Human Rights, David
Mepham: “la situación de derechos humanos es grave y el
deterioro de Kazajistán incluye acusaciones creíbles de tortura, el
encarcelamiento de los críticos del gobierno, controles estrictos sobre
los medios y la libertad de expresión y asociación, los límites en la
libertad religiosa y la violación continua de los derechos de los
trabajadores”.
Acusaciones de corrupción
también rodean al presidente.
En el 2011 Sting canceló
una presentación en ese país por considerar que le daban “un trato
inaceptable” a los trabajadores petroleros. Hace algunas semanas Jennifer
López también fue cuestionada por participar en una fiesta de
un dictador.
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