SANTO DOMINGO.- El Banco Central informó que tomó medidas en el
ámbito monetario para reducir la reciente volatilidad del tipo de
cambio, con el objetivo de evitar que las subidas de la tasa de cambio
afecten los precios de los diferentes bienes y servicios de la canasta
familiar.
El gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, explicó que el
problema de la situación cambiaria no está relacionado a factores
monetarios no fiscales, sino más bien, a una disminución en el flujo de
divisas combinado con un aumento a la demanda de los agentes económicos y
del gobierno para cumplir sus compromisos en moneda extranjera.
Dentro de las medidas tomadas por la institución está la decisión de
aumentar la tasa de interés de política monetaria de 4.25% al 6.26%, es
decir, 200 puntos básicos.
El Comunicado
A continuación reproducimos el anuncio oficial ofrecido por el Banco
Central:
En su reunión de política monetaria de agosto de 2013, el Banco
Central de la República Dominicana decidió incrementar su Tasa de
Política Monetaria en 200 puntos básicos, de 4.25% anual a 6.25% anual.
Al mismo tiempo, las tasas de interés de las facilidades permanentes de
expansión y contracción monetaria aumentarán a 7.75% y 4.75% anual,
respectivamente.
La decisión de subir la tasa de referencia toma en consideración el
balance de riesgos sobre las proyecciones de inflación, particularmente
el potencial traspaso a los precios internos que podría ocurrir,
producto de la volatilidad que ha experimentado el mercado cambiario en
las últimas semanas. La tasa interanual de inflación, julio 2012-julio
2013, se situó en 5.67%, acumulándose 2.39% en los primeros siete meses
del año, mientras la variación mensual alcanzó 0.62%. Asimismo, la
inflación subyacente interanual se ubicó en 5.25%.
En el contexto externo, ante menores expectativas de crecimiento
económico mundial y el posible desmonte gradual del estímulo monetario
por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos de América, las
condiciones financieras internacionales se han vuelto más restrictivas.
Los flujos de capitales internacionales están saliendo de las economías
emergentes, produciendo una depreciación casi generalizada en las
monedas de esos países. La Zona Euro continúa en recesión a pesar de que
el último dato de crecimiento muestra un posible punto de inflexión. En
América Latina, las proyecciones de crecimiento de Consensus Forecast
se revisaron a la baja en el mes de agosto, mientras las salidas de
capital continúan debilitando las monedas locales. Los precios
internacionales de las materias primas, particularmente el petróleo,
presentan una tendencia al alza que se ha acelerado debido a los riesgos
geopolíticos.
En el ámbito doméstico, el crecimiento de la actividad económica y de
la demanda interna alcanzó un punto de inflexión en el primer trimestre
del año. Luego de la fuerte desaceleración de enero-marzo, la economía
creció 2.8% en el periodo abril-junio. El crédito al sector privado en
moneda nacional aceleró su tasa interanual de crecimiento hasta superar
14.0% en el mes de agosto, como resultado del proceso de transmisión de
la política monetaria hacia la actividad económica. Se espera que la
economía continúe presentando una tendencia creciente en los próximos
meses en un contexto de recuperación de la confianza del sector privado y
de un comportamiento de las finanzas públicas ordenado, en línea con el
Presupuesto.
Se prevé que en la segunda mitad del año continuaría el
proceso de consolidación fiscal que permitió al Gobierno reducir el
déficit público a 1.1% del PIB del año en enero-junio, por debajo del
déficit de 1.4% del PIB, consistente con el Presupuesto.
El Banco Central reafirma su compromiso de conducir la política
monetaria al logro de su meta de inflación, a la vez que seguirá
monitoreando la evolución de la economía mundial y la coyuntura
doméstica a fin de adoptar las medidas necesarias ante riesgos sobre la
estabilidad de precios y el buen funcionamiento de los sistemas
financiero y de pagos.
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